lunes, 20 de agosto de 2018

El largo brazo de UPM en la educación pública de Tacuarembó


Programa Cuenta Quién Cuenta, capacitando a maestras rurales y estudiantes de magisterio. Foto Fundación UPM.

Por Matías del Pino

Lunes 20 de agosto de 2018. – “Somos Fundación UPM. Estamos convencidos que la educación es el eje de desarrollo de las comunidades, creemos en las capacidades y talentos de las mismas  para alcanzar este crecimiento. Esto es lo que nos motiva a trabajar día a día dentro del área de influencia de UPM, como forma de devolverle a la comunidad el valor humano que aporta y diferencia a la empresa”. Así comienza un video promocional de la fundación de la empresa finesa en donde se difunde los programas y proyectos educativos que se despliegan en las comunidades rurales de 7 departamentos del país. En Tacuarembó, donde se concentra el 15% de las 365 mil hectáreas en terratenencia de UPM-Forestal Oriental, la Fundación trabaja en 30 localidades del interior departamental (87% de las cuales tienen menos de 500 habitantes) en coordinación con la casi totalidad de los sistemas de enseñanza pública: Primaria, Secundaria, UTU, Enseñanza Técnica Terciaria, Formación Docente.

Talleres, charlas, seminarios y jornadas de capacitación a maestros, exposiciones de películas, visitas guiadas a la planta de Fray Bentos, reuniones con padres y docentes, coordinaciones, cursos de alfabetización y continuidad educativa, pasantías y becas estudiantiles, según los casos prestaciones en materiales educativos, edilicios, y dineros forman el repertorio con el cual Fundación UPM “coordina” su dilatada presencia en la educación pública tacuaremboense. 

“Yo tengo un proyecto para UPM”

Proyectos y programas socioeducativos, tanto extra curriculares como los adaptados a los programas de enseñanza, son el eje con el cual trabaja la Fundación con los centros educativos así como la coordinación es el eje que la articula con las autoridades directrices de los sistemas de enseñanza.
“Ellos trabajan en las zonas donde están las plantaciones y saben de la problemática que existen en la zona, son muy respetuosos de Primaria ellos siempre están coordinando las acciones de acuerdo a los programas y propuestas de Primaria” señalo a TACUAREMBÓ AHORA, Beatriz Dipperna, directora Departamental de Educación Inicial  y Primaria. Con este subsistema de enseñanza la Fundación lleva a delante talleres de educación vial en escuelas de Paso del Molino, Bonilla, Tranqueras, La Hilera, Paso Bonilla, Cerro de Batoví y Tierras Coloradas. En convenio con la Inspección Departamental, el Instituto de Formación Docente, la Asociación civil MATE (integrada por un grupo de maestras jubiladas de Paysandú) y Fundación UPM  se desarrolla el programa “Cuenta quien cuenta”, que es un programa de alfabetización familiar, “donde se trabaja capacitando a los maestros rurales y a los estudiantes de cuarto de magisterio. En este momento ya terminaron su capacitación los estudiantes de magisterio y maestros,  y van a aplicar lo que aprendieron en las escuelas. Lo que hacen son talleres con los padres para incentivar el fomento de la lectura” explico María José Cuevas coordinadora de Fundación UPM.

Según Dipperna, con Primaria también se da “la colaboración de la Fundación con las escuelas en la parte de formación y apoyo a las escuelas” colaboraciones que además de formativas son en materiales educativos y ayudas en la parte edilicia.

La dinámica de proyectos genera ilusiones entre las autoridades. Ilusiones de poder satisfacer postergadas carencias de todo tipo con atractivos montos dinerarios proyectados. Por ejemplo, Fundación UPM tiene abierto un llamado hasta el 30 de agosto para presentar proyectos educativos de hasta US$ 20.000. Entre quienes ven allí una chance esta Raquel Zilli, subdirectora del Liceo N° 1 de Tacuarembó. Ingresada este año al cuerpo directivo del centro, Zilli comentó a TACUAREMBÓ AHORA que las principal urgencia de la dirección “es resolver los graves problemas edilicios que tenemos y en eso hemos venido trabajando”; a pesar que en la actualidad la institución no tiene proyectos con la Fundación, la sub directora del Liceo N° 1 dice estar al corriente de lo que se puede hacer con ella y adelanto “yo tengo un proyecto para UPM, se trata de un proyecto de lámparas Led”. Algo similar le ocurre a Ramón Barrios  director de la Escuela Técnica de Paso de los Toros: “estamos instrumentando en la coordinación con los profesores de trabajar en algún proyecto en común (con Fundación UPM), porque lo que nos decía la gente de UPM es que nosotros tenemos que armar el proyecto y presentárselo a ellos”. 

A nivel de Secundaria, la Fundación tiene una mayor presencia en San Gregorio y en Paso de los Toros. En la ciudad isabelina Fundación UPM  trabaja con todos los centros de enseñanza media (Liceo N° 1, 2, UTU y un liceo privado). Leticia Rebuffo, directora del Liceo N° 1 de Paso de los Toros, explico al quincenario la propuesta de trabajo: “Ellos están trabajando con nosotros en un proyecto de psicología positiva con los estudiantes, trabajan una cantidad de valores de psicología positiva, actitud positiva, empatía hacia el trabajo, motivación con los estudiantes en 11 talleres con estudiantes de 4° año (…) y a su vez están trabajando  en una coordinación con los docentes sobre los temas. Son talleres extra curriculares”. Consultada sobre cómo se definen los contenidos de esos talleres, Rebuffo señalo que  “ellos nos trasladaron el planteo con un marco teórico referencial, nosotros lo evaluamos y está dentro de todo lo que se puede trabajar en educación”.

En mayo de este año, en el marco de los 10 años de funcionamiento de la planta de UPM en Fray Bentos, un grupo de 37 docentes y directores del liceo de San Gregorio de Polanco; UTU, liceos N°1, N° 2  de Paso de los Toros  fueron invitados a una recorrida guiada por la planta. Allí, según  Rebuffo, “nos brindaron unos materiales cuando nosotros fuimos a la planta de UPM, nos dieron para leer, para trabajar en las aulas (…) después más adelante se va a hacer lo mismo con estudiantes”.

En los Liceos de San Gregorio y Curtina se desarrollan además el programa “Sembrando mi futuro”, “en donde lo que se hace es incentivar la vocación profesional, la continuidad educativa, difundir los perfiles forestales; como no se conoce tanto que opciones de trabajo hay en la forestación bueno a través de este programa intentamos transmitir las opciones que hay” explico María José Cuevas.

“Ellos vienen a cubrir necesidades”

La dinámica de proyectos se desenvuelve a través de una madeja de ONG´s y asociaciones civiles: DESEM Jóvenes Emprendedores, Asociación Mate, Fundación América Solidaria, Fundación CARDIJN. “Ellos (UPM) no quieren tener el protagonismo” explica Barrios. Para la Coordinadora de Fundación UPM estas “organizaciones socias” tienen el know how y se les encarga a ellas el seguimiento, la evaluación de los programas. Según Cuevas los programas comienzan evaluando “las  necesidades detectadas previamente en los lugares o en las zonas, muchas veces en reuniones con los directores de los centros educativos”. Cuevas señalo a TACUAREMBÓ AHORA una experiencia reveladora del estado de necesidad de los pueblos rurales: “en Puntas de Malbajar en Durazno donde nosotros veníamos acompañando un proceso de trabajo de los vecinos que necesitaban un contenedor adaptado para una policlínica y allí contribuimos. Son esos lugares que si nosotros no nos sumamos… nos parece que en esos lugares tenemos que estar”. Esa pausa suspensiva de Cuevas bien se puede completar con “si nosotros no nos sumamos no se suma nadie”.

Las necesidades de los sistemas educativos públicos hacen los contactos. Para Cesar González, director del Polo Tecnológico de Tacuarembó, “ellos lo que hacen es el aporte de necesidades, ellos no vienen y te dicen como tenés que hacer. Cuando se crea un programa o una currícula nueva  lo que se hace a veces es consultarles a las empresas un poco las necesidades y las competencias que se necesitan para técnicos u operarios, pero ellos no toman decisiones en el programa.

El sub director de la UTU de la ciudad de Tacuarembó, Fernando Pereira, coincide en este aspecto. “La enseñanza técnica es  muy linda pero es muy cara, para enseñar tecnología de punta tenés que tener mucha plata. Acá en mecánica se hace lo básico con motores que capaz que cuando los gurises terminen de estudiar ya no existe. Para estudiar mecánica hoy en día se ´precisan motores con inyección electrónica y eso a nivel general, capaz que algunas escuelas lo pueden tener, no se da”. La UTU citadina participo junto a Fundación UPM en un proyecto de continuidad socioeducativa que se dio en la zona de Clara en el año 2013.

Sobre los posibles usos autopromocionales y marketineros que estos programas pueden tener para UPM, las autoridades lo descartan. “Veo la colaboración en el sentido de aportar a la educación de la zona, no veo que se auto promocionen” señalo Dipperna. González también concuerda: “es todo un tema burocrático  para recibir una donación, no podes poner propaganda de empresas en las instituciones educativa, salvo en alguna jornada como en una muestra educativa que se puede poner una bandera por ese día”.

Sin embargo, en los formularios a rellenar a la hora de presentar un proyecto  educativo a la Fundación UPM aparece una clausula final  para el solicitante de fondos: “la información que se derivare del empleo de los fondos concedidos podrá ser utilizada, incorporada y divulgada por la Fundación UPM”. Las redes sociales de la fundación, Facebook y Youtube, dan cuenta de un uso promocional muy activo de los programas educativos en que participa.

Sobre autonomías y otras plantas

La conexión UPM-educación pública discurre como una práctica absolutamente normalizada en las burocracias y administraciones educativas departamentales. Como toda “normalidad”, tiene dos vertientes: una inconsciente y otra consciente. Inconsciente, en tanto no implica cuestionamientos al modelo forestal celulósico y en corolario tampoco a la articulación en proyectos educativos con la fundación de la empresa que lo protagoniza. Articulación que es vista, en líneas generales, como algo “muy positivo”, no “problemático” más bien algo necesario y necesitado para la educación departamental.

Lo acrítico no implica ingenuidad. “Capaz que lo hagan por cuestiones políticas- señala Fernando Pereira refriendo a los programas educativos de la fundación-, pero no deberían. Esto es una empresa que va hacer un negocio que le sirve. Claro, quiere algunas prebendas que le den. Ellos quieren exoneración de esto, aportes como el tren que va a salir ahora, rutas de determinada calidad. Ellos vienen con esas condiciones; claro es todo un negocio, lo único que es un negocio entre un privado y un gobierno”.

Lo consiente implica ciertos límites. El de la autonomía de los sistemas de enseñanza es uno de ellos, en particular como y quien define contenidos educativos. Dipperna, al igual que otras autoridades consultadas, señala que las imposiciones no son aceptables. “Aceptamos su colaboración desde el momento de su respeto por nuestro funcionamiento y hasta ahora se ha dado así. Más allá de eso no. Por ejemplo, PROSEGUR auspiciaba varios proyectos con escuelas rurales y ellos nos enviaron una especie de contrato para trabajar con las escuelas, y no sirvió porque había cantidad de cosas que invadían nuestro territorio; entonces dijimos que no, bajo ese concepto no trabajamos y no permitimos la colaboración de PROSEGUR”.

El director del Polo Tecnológico, institución que coordina pasantías estudiantiles con UPM, coincide con Dipperna. Para Cesar Gonzáles “con el tema de la autonomía tenés un límite muy marcado (…) nosotros lo que hacemos es un sondeo de las necesidades del departamento y de la región y ahí se hace una propuesta educativa pensando en eso, pero no que la empresa venga y te diga precisamos esto o aquello”. Necesidades territoriales que por las vueltas eufemísticas terminan en necesidades empresarias.

Muestra de esto es lo que le dijeron al director de la Escuela Técnica de Paso de los Toros. “Egresados de UTU a UPM no va a entrar nadie” así de tajantes fueron los delegados de la empresa con Barrios cuando fueron a visitar el centro educativo; “para entrar a trabajar en la empresa ellos van a tomar gente que tenga tecnicaturas, tecnólogos o ingenieros”. Como la ciudad isabelina no cuenta con ninguna carrera terciaria, el director se puso en marcha: “yo concurrí a Montevideo para entrevistarme con uno de los consejeros de UTU con el planteo de instalar un curso más avanzado, para afirmar a los chicos en lo que UPM pretende, y podría surgir la posibilidad de una tecnicatura” en Paso de los Toros.

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