Imagen
ilustrativa. Foto: MVOTMA.
La consigna definida por el Ministerio de Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) para éste día es
“Comprometidos con nuestra agua”. A propósito, la ministra Irene Moreira
destacó que “el agua es un recurso finito, es nuestro recurso y lo tenemos que
respetar y cuidar. Nosotros estamos sentados justamente sobre el Acuífero
Guaraní, acuífero que realmente es reserva mundial de agua dulce para el mundo.
Si tendremos responsabilidad para generaciones futuras, no solamente para
nosotros, sino para nuestros hijos, para nuestros nietos”, dijo la ministra.
En Uruguay, la protección del ambiente y el agua son
derechos fundamentales consagrados en la Constitución de la República. Y el
mundo se plantea entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible: garantizar la
disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos
(ODS Nº 6).
Tanto la cantidad, de este recurso finito, como la
calidad estarán en el centro de la atención de la actual Administración. “Vamos
a hincar el trabajo sobre la cuenca del río Santa Lucía, río que abastece nada
más ni nada menos que un área muy importante del Uruguay con agua potable,
Montevideo y sus alrededores. Lo mismo en la cuenca del río Negro, que vaya si
es importante ese gran río que atraviesa todo el Uruguay, vamos a estar
examinando su calidad de agua sobre todo en estos momentos de grandes cambios”,
aseguró Moreira.
La transparencia en la gestión y la participación de los
distintos actores involucrados son claves según la ministra. “Desde el MVOTMA,
desde la Dirección Nacional de Medio Ambiente conjuntamente con la Dirección de
Nacional de Aguas, se está trabajando. Aplicando obviamente el Plan Nacional de
Agua, donde ya hay un trabajo coordinado que incluye los distintos caudales y
acuíferos, los ríos, que en algunos casos como el del río Uruguay implica un
relacionamiento internacional con otros países”, afirmó.
Respecto a la participación en la gestión del agua,
señaló que “se realizará utilizando ámbitos de la aplicación de la ley, de
políticas nacionales de agua, a través de los Consejos Regionales de Recursos
Hídricos y las comisiones de cuencas y acuíferos. También aprovecharemos los
ámbitos internacionales como es el Comité Intergubernamental Coordinador de los
Países de la Cuenca del Río de la Plata.
El
agua y el cambio climático
La consigna propuesta por ONU para el 2020 es “Agua y
Cambio Climático”, un binomio de cuya interrelación depende en parte el
equilibrio de los ecosistemas. Uno de los grandes problemas que enfrenta el
mundo es determinar y controlar las actividades humanas que pueden cambiar el
clima de la tierra, entre ellos la sobreexplotación de los recursos naturales.
En Uruguay, la importancia estratégica de los recursos
hídricos, así como su vulnerabilidad ante el cambio y la variabilidad
climática, ha provocado que la gestión integrada y sustentable de dichos
recursos se haya definido como una política de Estado. La Política Nacional de
Aguas, y el Plan Nacional de Aguas (PNA), incorporan la gestión de los recursos
hídricos con un enfoque sustentable que contempla la variabilidad climática
buscando minimizar los impactos negativos en poblaciones y ecosistemas, y
asimismo, proponen la planificación de instrumentos participativos de gestión
integrada de las aguas (cuencas, acuíferos y aguas urbanas) en los cuales el
enfoque de riesgos climáticos es fundamental, en particular la gestión
integrada de sequías e inundaciones.
Para la ministra Moreira es fundamental que cada persona
entienda la importancia de su aporte para el cuidado del agua: “El agua es un
elemento esencial ante el cambio climático y ese trabajo no solamente lo
podemos hacer desde el MVOTMA, sino tú desde de tu casa, utilizando lo
necesario lo imprescindible de este elemento finito como es el agua”.
Calidad
de agua
Atender la calidad de agua a través de los monitoreos
sistemáticos que se realizan desde la Dirección Nacional de Medio
Ambiente (DINAMA), también será clave para definir las acciones más eficientes
para su gestión.
El monitoreo, análisis y evaluación permiten: establecer
las tendencias de calidad de agua en el tiempo y el espacio del cuerpo de agua;
estimar el impacto de las actividades humanas en los ecosistemas acuáticos y en
la calidad de agua; contribuir a establecer las mejores estrategias para
controlar la contaminación; y/o aportar información para el desarrollo de
índices de calidad de agua; entre otros.
Además del monitoreo de las principales cuencas como la
del río Negro o el Santa Lucía, Dinama monitorea también: el río Cuareim,
Tacuarembó, San Salvador (junto a OSE y MGAP), río Uruguay y laguna Merín.
También realiza un monitoreo de las 58 playas del país (río
de la Plata y océano Atlántico), que desde el 2014 se hace mediante Convenio
con las intendencias.
Las lagunas costeras, a saber: Laguna del Sauce, Laguna
de Rocha, Laguna castillos, Laguna Garzón y Laguna de José Ignacio, también son
monitoreadas. En el caso de la Laguna del Sauce desde el año 2012 por Convenio
CURE – Maldonado; y las demás lagunas, por Convenio desde 2017 con CURE –
ROCHA.
Observatorio
Ambiental
La información resultante de los monitoreos de la
evaluación de la calidad del agua se encuentra disponible en el Observatorio
Ambiental Nacional a través del siguiente enlace: www.dinama.gub.uy/oan/
Se trata de una plataforma de información ambiental, de
libre acceso, que aporta insumos para la toma de decisiones institucionales y
al mismo tiempo acerca esa información a la gente. La Ley 19.147 establece su
creación como una herramienta que centralice, organice y difunda toda la
información ambiental generada en los diversos ámbitos del Estado y otorga al MVOTMA,
a través de la DINAMA, la responsabilidad de su implementación.
El Observatorio es una herramienta dinámica que se
encuentra en continuo crecimiento. Incluye 25 indicadores, 200 capas de
información geográfica e imágenes satelitales, más de 2.500.000 de datos
abiertos y 3 aplicaciones ciudadanas. Permite visualizar la evolución y
tendencias del estado del ambiente, ecosistemas, emisiones contaminantes,
residuos, afectaciones a la calidad del agua, aire, suelo y biodiversidad; así
como las medidas de protección y respuesta desarrolladas por las instituciones.