martes, 6 de diciembre de 2016

Encuentran restos de un fósil de gliptodonte gigante en Tacuarembó

El hallazgo se produjo en la zona de Paso Rogelio.

Este tipo de mamífero, similar a un mulita gigante, habitó el Bioma Pampa durante el período Cuaternario en Tacuarembó hace más de 10.000 años.

Gliptodonte gigante encontrado en Paso Rogelio. Fotos: Cedidas por Jorge Da Silva.  

Por José Morales Brum

Martes 6 de diciembre de 2016. – Restos de un fósil de gliptodonte gigante fueron hallados hace una semana en la zona de Paso Rogelio, a unos 45 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó, luego que parte del caparazón de este mamífero prehistórico, fuera descubierto al pie de una barranca situada a uno de los márgenes del arroyo Tacuarembó Chico.

En diálogo con TACUAREMBÓ AHORA, el profesor Jorge Da Silva, detalló que se trata de una especie de mamífero de la familia de los armadillos que habitó el Bioma Pampa durante el período Cuaternario en Tacuarembó, hace más de 10.000 años; y que los mismos median unos 3.0 metros de longitud por 1.5 metros de alto, alcanzando a pesar más de una tonelada.

“Tenían la forma y tamaño de un Volkswagen Escarabajo”, graficó Da Silva.

Da Silva explicó que los elementos encontrado en Paso Rogelio no supera el 20 % del esqueleto del fósil original. “No está completo debido a la permanente erosión de la barranca por la acción de las aguas del arroyo durante las crecidas, hecho que ha facilitado el retiro de sedimentos y al quedar los huesos sin sostén, éstos fueron arrastrados por las agua, perdiéndose para siempre los mismos”, puntualizó el profesor.

De acuerdo al relevamiento hecho en terreno, los elementos óseos que se han rescatado constan de un 20 % del caparazón, un 95 % de la cola y el 100 % de un miembro locomotor, constituido por el fémur, tibia-peroné y pata, además fueron rescatadas varias vértebras lumbares.

Según la hipótesis de Da Silva, este pesado animal quedó atrapado en el fango y al no poder liberarse, terminó muriendo en el lugar.

Estrategia de exhumación

De acuerdo a lo explicado por el profesor, para los trabajos de exhumación de los restos óseos, se debió de realizar una fosa alrededor del fósil, retirando posteriormente el sedimento arcilloso con el fin de rescatar los huesos que afloraban del limo, los que luego de ser revestidos con material de cemento y cal, fueron trasladados para su acondicionamiento.

En esta labor, el profesor Da Silva subrayó la importante colaboración desarrollada por el funcionario municipal, Miguel Cabrera, quien en forma muy delicada acometió diligentemente las directrices impartidas por el coordinador de estas operaciones.

Ubicación posterior del gliptodonte

Las piezas óseas rescatadas de este mamífero prehistórico serán trasladadas al Museo de Geociencias de Tacuarembó, lugar en donde se acondicionarán en laboratorios para luego ser exhibidas al público.

“Queremos que estos restos hallados sirvan para la educación y para lo científico también; y esto es un punto más que tenemos para señalar en el mapa de la presencia de estos animales”, dijo Da Silva.

Otros hallazgos en territorio uruguayo

El descubrimiento de este gliptodonte no es el primero y el mismo se suma a otros realizados en el territorio uruguayo en estos últimos años.

De acuerdo a la publicación especializada en ciencias Cromo, a comienzos de este año encontraron un fósil de gliptodonte en las costas del río Santa Lucía Chico, a 10 kilómetros de la ciudad de Florida.

En octubre de 2015 se encontraron varios restos en la zona de Aceguá, una localidad ubicada en el departamento de Cerro Largo.

En junio del año 2007, en la misma zona, un trabajador rural encontró varios fragmentos de mamíferos prehistóricos que desaparecieron hace 10.000 años.

En 2014, además, dos niñas encontraron restos de un gliptodonte en las inmediaciones de una cañada ubicada en la localidad de El Tala, en Soriano. Cuatro años antes se había encontrado un caparazón casi completo en la zona de Sacachispas, también en Soriano.

En 2005 también se encontró un caparazón y una cola de gliptodonte en el arroyo Vejiga, ubicado en la localidad de San Ramón, Canelones. El caparazón, de 600 kilos, estaba entero y se consideró entonces el mejor conservado del país.

Breve reseña profesional del autor del hallazgo

Jorge Da Silva es profesor jubilado, egresado de la carrera de docente del Instituto de Profesores Artigas (IPA) en Geografía.
Fue ayudante en paleontología de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UdelaR.
Docente en Geología en el Centro Regional de Profesores del Centro – Sede Florida.
Ha desempeñado una intensa actividad en el campo de la Geología en el ámbito de la DINAMIGE.
Fue fundador y director del Museo de Geociencias de Tacuarembó.




No hay comentarios:

Publicar un comentario